jueves, 28 de agosto de 2008

PARAULES PER A LA COSINA MORTA



Avui he sabut que la meva cosina, la Lídia Isern Guilera (26 anys), va morir fa uns mesos mentre era a Canàries. Segons paraules del seu germà Jordi, la Lídia es va suicidar.

Certament, feia bastants anys que no la veia i no teníem pas contacte. L'última imatge que en guardo és de principis del 2000 quan van venir ella i el seu pare (el meu oncle, mort fa dos anys) un dia a Castelldefels.

No obstant això, vull tenir unes paraules de record per a ella i imaginar-me que ara, sigui on sigui, ha trobat la pau que no va trobar al món, al costat, ja eternament, de son pare.

Adéu.

viernes, 15 de agosto de 2008

UN POCO MÁS

Insisto de nuevo con alguna foto más del panteón donde reposa mi abuelo paterno, como bien se aprecia en el grabado. Murió con 68 años, de insuficiencia cardiorrespiratoria, en el Hospital Militar de Valladolid (que ya no existe). Desde que volvimos de tierras castellanas, voy dándole vueltas a la cabeza y no dejan de planteárseme preguntas y aparecérseme escenarios imaginarios imposibles. Son tantos los secretos y silencios en mi familia paterna que, incluso, da rabia que así sea. En mi caso, no he conocido al abuelo enterrado ni a su hijo, mi padre biológico... Son, pues, muchos los vacíos por llenar y, poco a poco, los voy llenando y, con ello, aferrándome a una cordura a veces difícil de amarrar. El equilibrio emocional es algo que se me antoja a menudo lejano, como a tantos otros "heridos" o "abandonados" que pululan por ahí.











miércoles, 13 de agosto de 2008

PANTEÓN FAMILIAR

Aquí me veis ante el recién descubierto panteón familiar donde reposa mi abuelo paterno, Don Víctor Stanckowich Stancko, junto con su segunda esposa, Doña María del Carmen Cordero Dubla, en el cementerio del Carmen en Valladolid capital. La titularidad de este panteón pasará a mis manos muy pronto... y ya tengo mi lugar de descanso eterno...
Sin embargo, no he podido encontrar la tumba de mi abuela paterna, Doña Elisa Alonso, porque desconozco su segundo apellido. No obstante, en este cementerio hay dos señoras enterradas con el mismo nombre y primer apellido. Cambia, lógicamente, el segundo: Doña Elisa Alonso Alonso; y Doña Elisa Alonso Vigeriego. Una de las dos podría ser mi abuela.
Continuará...





sábado, 2 de agosto de 2008

Ecos cernudianos



Siempre que llega el verano, me encanta releer a Cernuda, pero no a cualquier hora, sino al atardecer y frente al Mediterráneo. Me gusta leer sus versos con la húmeda voz del mar al fondo y la brisa envolviéndolo todo. Ayer releyendo poemas suyos en la clásica Antología de Cátedra, quedé extrañamente fascinado por una estrofa de un poema que ya conocía pero que hasta ayer no había interiorizado verdaderamente. Se trata de la última estrofa del poema "A un poeta futuro" (Como quien espera al alba (1941-1944)). Y me doy cuenta ahora también que algunos de mis torpes versos tienen ecos cernudianos...

Os copio la estrofa para la reflexión:

Cuando en días venideros, libre el hombre

Del mundo primitivo a que hemos vuelto

De tiniebla y de horror, lleve el destino

Tu mano hacia el volumen donde yazcan

Olvidados mis versos, y lo abras,

Yo sé que sentirás mi voz llegarte,

No de la letra vieja, mas del fondo

Vivo en tu entraña, con un afán sin nombre

Que tú dominarás. Escúchame y comprende.

En sus limbos mi alma quizá recuerde algo,

Y entonces en ti mismo mis sueños y deseos

Tendrán razón al fin, y habré vivido.